miércoles, 18 de febrero de 2015

10. OBSERVATORIO VESUBIANO

El Observatorio Vesubiano (Osservatorio Vesuvio) es un instituto público de investigación que depende del Ministerio de la Universidad y la Investigación de Italia.

 Desde 2001 es una rama del Instituto nacional italiano de geofísica y vulcanología, que se encarga particularmente de seguir la actividad volcánica de los tres volcanes que amenazan a la región de Campania, el monte Vesubio, los Campos Flégreos e Isquia.

Fue fundado en 1841 y es el más antiguo del mundo en el campo de la vulcanología. Fue creado por orden del rey Fernando II de las Dos Sicilias. Su construcción empezó en 1841 y finalizó en 1845. El edificio principal se encontraba sobre las faldas del volcán, a unos 600 metros de altitud. Hoy en día, el antiguo edificio se ha transformado en una biblioteca histórica, y el centro de investigación se ha trasladado a Fuorigrotta, Nápoles.

















9. PLAN DE EMERGENCIA


El plan de emergencia ante una erupción asume por todo ello que el peor escenario posible sería una erupción similar en tamaño y tipo a la de 1631 (IVE 4). En este escenario, las laderas del Vesubio, extendiéndose hasta unos 7 km desde el cono, estarían expuestas a flujos piroclásticos que podrían barrerlas, mientras que gran parte del área circundante podría sufrir lluvias de tefra. 
Por los vientos imperantes, las ciudades del sur y este del volcán se encuentran la mayoría en situación de riesgo, y se da por sentado que la acumulación de tefra pueda exceder los 100 kg/m2 -que conlleva el riesgo del derrumbe de tejados- pudiendo extenderse el peligro hasta Avellino al este y Salerno al sureste.
 En dirección a Nápoles, al noroeste, se asume que esta peligrosa lluvia de tefra apenas se extenderán más allá de las laderas del volcán. El área específica realmente afectada por nubes de ceniza dependerá de las circunstancias particulares que acompañen a la erupción.

El plan de emergencia está concebido para una duración de entre dos semanas y veinte días, y prevé la evacuación de 600.000 personas aproximadamente, casi todas las que viven en la zona rossa ("zona roja"), dado el enorme riesgo de flujos piroclásticos.
 La evacuación por trenes, transbordadores, coches y autobuses está planeada para acometerse en unos 7 días, y los evacuados serán enviados, principalmente, a otras regiones del país en lugar de a otras zonas seguras de la Campania, y puede ser que tengan que permanecer en ellas varios meses. 
Sin embargo, el dilema al que podría enfrentarse la implementación del plan es el de cuando iniciar la evacuación; si se inicia demasiado tarde mucha gente moriría, y si anticipa demasiado, el inicio de la erupción podría ser una falsa alarma.
 En 1984, 40.000 personas fueron evacuadas del área de losCampos Flegreos, en otro complejo volcánico próximo a Nápoles, pero no hubo erupción.

La zona roja (a su vez subdividida en 5 zonas intermunicipales) se extiende en 200 km a la redonda y comprende 18 localidades de la zona vesubiana,  que son las que mayor riesgo corren en caso de erupción. 
Los municipios afectados por el plan nacional son: Boscoreale, Boscotrecase, Cercola, Ercolano, Massa di Somma, Ottaviano, Pollena Trocchia, Pompeya, Portici, Sant'Anastasia, San Giorgio a Cremano, San Giuseppe Vesuviano, San Sebastiano al Vesuvio, Somma Vesuviana, Terzigno, Torre Annunziata,Torre del Greco y Trecase.
 Los esfuerzos en curso van encaminados a reducir la población residente en la «zona roja», demoliendo las edificaciones construidas ilegalmente, estableciendo un parque nacional en torno a los lados superiores del volcán para prevenir la construcción de más edificios y ofreciendo beneficios fiscales a la gente que se mude. La meta es reducir el tiempo necesario para evacuar la zona, intentando que en unos 20 o 30 años se pueda realizar en dos o tres días.

El volcán está monitorizado de forma exhaustiva por el Observatorio Vesubiano mediante una gran red de estaciones sísmicas y gravimétricas, en combinación con una variedad de GPS geodésicos, satélites y radares de apertura sintética SAR para medir movimientos de tierra, y con mediciones locales y análisis químicos de los gases emitidos por las fumarolas.
 Todo esto está pensado para seguir la pista al magma situado bajo el volcán. Hasta el momento, el magma fue detectado a menos de 10 km de la superficie en 2001, a pesar de que el volcán estaba sólo en los primeros estadios de preparación de una erupción. Aparentemente este estado no ha cambiado significativamente, y la temperatura de los gases de las fumarolas desciende, lo que hace que se encuentre en un estado de alerta básico








8. ÚLTIMAS ERUPCIONES





Desde la erupción del 79, el Vesubio ha erupcionado unas tres docenas de veces. 
Erupcionó en el 203, durante la vida del historiador Dión Casio. En el 472, lanzó un volumen de ceniza tal que la lluvia de ceniza llegó hasta Constantinopla. Las erupciones del 512 fueron tan intensas que a los habitantes de las laderas del Vesubio Teodorico el Grande, el rey godo de Italia, les concedió la exención de impuestos. 
Las posteriores erupciones se registraron en el 787, 968, 991, 999, 1007 y 1036 con el primer flujo de lava registrado. El volcán estuvo inactivo hasta el final del siglo XIII y en los siguientes años fue de nuevo cubierto con jardines y viñedos como lo fuera en la antigüedad. Incluso dentro del cráter, que fue rellenado con macizos de arbustos.
El Vesubio entró en una nueva y particularmente destructiva fase en diciembre de 1631, cuando una importante erupción sepultó muchas poblaciones bajo los flujos de lava, matando a unas 3.000 personas. Torrentes de agua hirviendo fueron también expulsados, sumándose a la devastación. A partir de entonces la actividad llegó a ser casi continua, con erupciones relativamente importantes ocurridas en: 1660, 1682, 1694, 1698, 1707, 1737, 1760, 1767, 1779, 1794, 1822, 1834, 1839, 1850, 1855, 1861, 1868, 1872 1906,1926, 1929, y 1944. 
La erupción de 1906 fue especialmente destructiva, matando a unas 100 personas y expulsando la mayor cantidad de lava, casi nunca registrada en una erupción vesubiana.
 La mayor erupción hasta 2006 fue en marzo de 1944, destruyendo las poblaciones de San Sebastiano al Vesuvio, Massa di Somma y parte de San Giorgio en Cremano, así como toda una escuadra de 88 bombarderos B-25 de la USAF , mientras la Segunda Guerra Mundial rugía en Italia.


El volcán ha estado inactivo desde 1944. En el pasado, durante unos pocos siglos, el estado de inactividad ha variado de 18 meses a 7 años y medio, siendo el periodo actual de calma, el más largo de los últimos 500 años. 
Cuanto más tiempo esté sin erupcionar el Vesubio en un futuro inmediato, es más probable que el peligro que se plantea para futuras erupciones sea mucho más alto, a la luz de la tendencia del volcán hacia repentinas y extremadamente violentas explosiones y a la gran densidad de población humana alrededor de la montaña.





Erupción del 1872


7. VÍCTIMAS DE LA ERUPCIÓN

Se estima que en Pompeya vivían de unas 10.000 a 25.000 personas, mientras que Herculano se estima que debía tener una población de unos 5.000. 
No se sabe cuánta gente pereció por la erupción, aunque han sido recuperados unos 1.150 restos de cuerpos; para afinar la cifra habría que hacer moldes con sus impresiones en los depósitos de ceniza y los alrededores de Pompeya.

 En Herculano se han hallado restos de unos 350 cuerpos (300 en criptas abovedadas descubiertas en 1980). Sin embargo, estos números podrían indicar un enorme e infravalorado número del total de muertes en la región afectada por la erupción.


El 38% de las víctimas de Pompeya se hallaron en los depósitos de ceniza; la mayoría dentro de edificaciones. Se cree que murieron principalmente por el derrumbe de los tejados. Fuera de los edificios se encontró un escaso número de víctimas, que probablemente murieron por caídas de tejas o de grandes rocas proyectadas por el Vesubio.
 Esto difiere de la experiencia actual, puesto que en los últimos cuatrocientos años sólo un 4% de las víctimas murieron por lluvia de cenizas durante erupciones explosivas. El 62% restante de fallecidos hallados en Pompeya lo fueron por las oleadas de depósitos piroclásticos y, por tanto, sucumbieron debido a ellas; probablemente por una combinación de asfixia, durante la inhalación de ceniza, y a causa de la onda expansiva y los escombros proyectados a su alrededor.
 En contraste con las víctimas halladas en Herculano, el examen de la ropa, de los frescos y de los esqueletos demuestra que es poco probable que las altas temperaturas fueran una causa significativa.
Herculano, mucho más cercana al cráter, se salvó de la avalancha de tefra gracias a la dirección del viento, aunque quedó sepultada bajo 23 metros de material depositado por oleadas piroclásticas. Es probable que la mayoría (o todas las víctimas de esta ciudad) murieran por dichas oleadas, particularmente por las pruebas de las altas temperaturas halladas en los esqueletos de las víctimas encontradas en las criptas abovedadas del antiguo puerto, y la existencia de madera carbonizada en muchos de los edificios.
Pompeya y Herculano nunca fueron reconstruidas, aunque sobrevivieron habitantes de dichas ciudades y probablemente los saqueadores emprendieron un intensivo y salvaje trabajo tras las destrucciones provocadas por el volcán. La erupción cambió el curso del río Sarno y levantó la playa, razón por la que Pompeya no tiene hoy ningún río ni está adyacente a la costa.
La localización de las ciudades fue olvidada hasta su accidental redescubrimiento en el siglo XVIII. El propio Vesubio ha experimentado grandes cambios: sus laderas están desprovistas de vegetación y su cumbre se ha modificado en gran medida, debido a la fuerza de la erupción.






































6. ERUPCIÓN DEL AÑO 79



En el siglo I a. C.Pompeya era sólo una de las numerosas ciudades localizadas alrededor de la base del monte Vesubio. 

El área tenía una considerable población que se hizo próspera por la famosa fertilidad de la región. De las muchas localidades vecinas de Pompeya, la más conocida fue Herculano

También sufrieron daños o la destrucción durante la erupción del 79, que duró cerca de 19 horas, liberando en ese tiempo el volcán cerca de 4 km3 de ceniza y roca sobre una extensa área del sur y sureste del cráter, con cerca de 3 m de tefra cayendo sobre Pompeya.

 La blanca ceniza pumítica asociada con esta erupción fue principalmente una composición de leucita y fonolita.









5. ERUPCIONES



Es famoso por la erupción que en el año 79 sepultó a las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, permitiendo conservarlas intactas hasta que se redescubrieron en el siglo XVI, aunque las excavaciones sistemáticas comenzaron en 1738 y 1748, respectivamente.

 Hoy ambas ciudades son emplazamientos arqueológicos que permiten investigar la cultura romana y la vida de unas ciudades que han permanecido sin alteraciones desde la Edad Antigua.
 La erupción del año 79 supone, asimismo, la primera descripción histórica de una erupción vesubiana, realizada por Plinio el Joven, poco después de que sucediera. Debido a esto, los volcanes vesubianos son también conocidos como plinianos, y así también, por extensión, ese tipo de erupciones.
 Ha entrado en erupción muchas veces y hoy es considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo, por la población de 3.000.000 de personas que viven en sus inmediaciones y la tendencia del Vesubio a tener erupciones explosivas.

Otras erupciones importantes son, secuencialmente, las del 472, 512, en 1631, seis veces en el siglo XVIII, ocho veces en el siglo XIX(notable la de 1872), y en 1906, 1929, y 1944. 
No ha habido erupciones desde 1944. Las erupciones variaron en gran medida en la gravedad, y se caracterizaron por explosivos estallidos.
 En ocasiones, las erupciones han sido tan grandes que la totalidad de la Europa meridional ha sido cubierta por cenizas; en 472 y en 1631, las cenizas del Vesubio cayeron sobre Constantinopla (Estambul), cubriendo una extensión aproximada de unos 1.600 km.
 Desde 1944, los desprendimientos de tierras del cráter han levantado nubes de polvo y ceniza, las cuales han provocado falsas alarmas de erupciones.


Erupción de 1822