15. RESTOS QUE DEJÓ EL VESUBIO EN POMPEYA:
Foro:
En el foro había tablillas expuestas al público donde se escribían
noticias importantes de la época, como el resultado de las últimas
elecciones o la fecha de algún espectáculo, e incluso había gente que
aprovechaba para exponer sus quejas o para hacer publicidad de su
establecimiento. Un ejemplo encontrado de ellos sería: "Macerior ruega al edil que prohíba a la gente hacer ruido en la calle y moleste a las personas decentes que están durmiendo".
Templo de Júpiter:
Macellum:
Edificio de Eumaquía:
El foro,
como en toda ciudad romana, era el centro cívico y el corazón de la
vida comercial de Pompeya. Era un amplio espacio abierto con forma
rectangular rodeado en tres de sus lados por una columnata y en el otro
por el Templo de Júpiter, con varios edificios públicos importantes en
torno a él.
Constaba de un área libre de 145 m. de longitud por 38 m de anchura,
estaba pavimentada en piedra. En ella se erguían estatuas conmemorativas
del emperador, de miembros de su familia o de ciudadanos locales de
alguna importancia.
Era típico ver en el foro mesas o banquetas donde los vendedores
exponían sus productos al público; se colocaban en los bordes de la zona
libre, junto a las columnatas y cuando llovía se trasladaban a los
corredores, unos pasillos que estaban techados donde la gente paseaba y
solía negociar.
Al foro se accedía mediante una gran puerta de bronce, dentro del foro no se permitía la circulación de carruajes.
Templo de Júpiter:
El templo de Júpiter
cierra la plaza del Foro en el lado norte.
Si bien en su origen fue
solo dedicado a Júpiter, después del año 80 a. C. fueron también
veneradas en él las diosas Juno y Minerva,
formando así la llamada tríada capitolina que era la protectora de Roma
y el imperio.
El templo fue construido en el siglo II a. C., fue
gravemente dañado por el terremoto del año 62 d. C. y estaba siendo
restaurado al momento de la erupción del Vesubio.
El Macellum era el gran mercado de alimentos, dotado con una
fuente de agua en el centro donde se lavaban los pescados. Fue
construido ya en la época del Imperio.
Este edificio albergaba al gremio de tintoreros y lavanderos, toma su
nombre de la sacerdotisa Eumaquía que patrocinó su construcción y fue
dedicado a la Concordia y a la Piedad Augusta, así como a Livia, esposa del emperador Augusto, tal como reza una inscripción en el arquitrabe del pórtico.
Lamentablemente, esta construcción sufrió grandes daños durante el
terremoto del año 62, y los trabajos de restauración no estaban muy
avanzados cuando ocurrió la erupción del Vesubio.
En el patio fue hallada la estatua de Eumaquía que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Basílica:
La basílica de Pompeya era la sede de la administración de justicia y,
junto con el Foro, constituía el edificio más importante de la ciudad.
Tenía cinco puertas que abrían hacia el Foro, que daban paso a tres
naves internas. La época de la fundación se calcula hacia el 120 a. C.
Termas Estabianas:
Las termas Estabianas se encuentran en el cruce de la Vía Estabiana (Via Stabiana) y la de la Abundancia (Via dell'Abbondanza) y son las más antiguas de la ciudad, del siglo IV a. C.
Las termas muestran signos de sucesivas restauraciones, la última de
ellas tuvo lugar luego del terremoto del año 62.
Estaba compuesta por
una sección masculina y otra femenina. Tenía un sofisticado sistema de
calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las
paredes.
Tanto la sección masculina como la femenina estaba compuesta por una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), de una sala templada (tepidarium) y de una sala muy calefaccionada (calidarium),
dotada de una bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones
con agua tibia.
Además había otros ambientes, algunos anexos al
gimnasio y una gran piscina para nadar al aire libre.
En la palestra de las termas existía un reloj de sol que tenía más de
200 años en el momento de la erupción, y conservaba una inscripción en osco que recordaba que lo había pagado el ayuntamiento con el dinero obtenido de las multas.
Termas Suburbanas:
Casa del Fauno:
La Casa del Fauno es una de las construcciones más lujosas de la ciudad.
La entrada principal da a la Vía de la Fortuna (Via della Fortuna) y ocupa toda una manzana de la Región VI.
La casa tiene sus orígenes en la edad samnítica, cuando era amplia pero modesta.
A fines del siglo II a. C. pasa a ocupar una manzana entera y recibe una suntuosa decoración a base de estuco y mosaicos, que se restauraron y conservaron sin apenas modificaciones durante los 200 años siguientes, manteniendo un estilo que debía de parecer muy anticuado a los habitantes del año 79.
En la parte anterior de la entrada se encuentra el saludo HAVE (forma del latín vulgar para «ave», bienvenido).
El ingreso está provisto de puerta doble y en el vestíbulo se encuentran dos atrios, uno de ellos, el principal, contiene una pequeña fuente con una pequeña estatua de un fauno danzante que ha dado el nombre a la casa.
(El original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles).
Se supone que a principios del siglo I a.c. fue la morada de P. Sila, sobrino del dictador Sila, quien tuvo la misión de organizar la colonia romana y de conciliar los intereses de los colonos con los de los antiguos habitantes.
En el pavimento de una de las principales salas de recepción se encontró el mosaico antiguo más complejo que se ha descubierto, el llamado Mosaico de Alejandro, que representa la batalla de Issos, entre Alejandro Magno y Darío III Codomano. Está compuesto por entre 1 500 000 y 5 000 000 de teselas.
Villa de los Misterios:
La villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad.
Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica.
Fue construida en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y ampliada.
Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.
Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos.
En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin mucho éxito.
Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece una bebida a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras.
También se representan las bodas de Dioniso y Ariadna.
Se encuentran situadas justo extramuros de la ciudad, cerca de la Puerta Marina. Construidas a comienzos del siglo I d. C.
, estaban en proceso de restauración en el momento de la erupción.
Fueron excavadas en los años ochenta, y eran una empresa comercial
privada, situada en los bajos de un edificio que tenía en el piso
superior viviendas y locales de otro tipo.
Sus dimensiones eran muy inferiores a las de los establecimientos
balnearios públicos del centro de la ciudad y no hay menor indicio de
que tuvieran una sección destinada a las mujeres; su principal atractivo
en cualquier caso, debía de residir en las maravillosas vistas que
tenía al mar, de las cuales podían disfrutar los clientes desde un
espacioso solárium.
Lo que las ha hecho famosas son las ocho escenas de actividades sexuales de la parte superior de la pared del vestuario (apodyterium),
de las cuales se han conservado únicamente las pinturas de una de las
paredes, pero originalmente debían de decorar otras dos, presentando tal
vez veinticuatro variedades distintas de posturas para practicar el
sexo.
Debajo de las escenas encontramos otras pinturas que representan
unas cajas o cestas de madera, todas ellas debidamente numeradas
(todavía pueden leerse los números I-XVI).
Estos vestuarios no disponían de nichos empotrados para guardar la
ropa, sino que aún son visibles las huellas de un estante que recorría
toda la habitación por debajo de las pinturas, y en el cual habría
habido unas cajas o cestas individuales.
Termas Suburbanas - Apodyterium |
Teatro Grande:
Adyacente al Foro triangular se encuentra el teatro grande, de la primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo griego helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y restaurado y ampliado notablemente en la época romana.
El espacio reservado a los espectadores estaba dividido en tres órdenes de gradas de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.
El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue transformado en cuartel de gladiadores.
Adyacente al Foro triangular se encuentra el teatro grande, de la primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo griego helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y restaurado y ampliado notablemente en la época romana.
El espacio reservado a los espectadores estaba dividido en tres órdenes de gradas de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.
El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue transformado en cuartel de gladiadores.
Casa del Fauno:
La Casa del Fauno es una de las construcciones más lujosas de la ciudad.
La entrada principal da a la Vía de la Fortuna (Via della Fortuna) y ocupa toda una manzana de la Región VI.
La casa tiene sus orígenes en la edad samnítica, cuando era amplia pero modesta.
A fines del siglo II a. C. pasa a ocupar una manzana entera y recibe una suntuosa decoración a base de estuco y mosaicos, que se restauraron y conservaron sin apenas modificaciones durante los 200 años siguientes, manteniendo un estilo que debía de parecer muy anticuado a los habitantes del año 79.
En la parte anterior de la entrada se encuentra el saludo HAVE (forma del latín vulgar para «ave», bienvenido).
El ingreso está provisto de puerta doble y en el vestíbulo se encuentran dos atrios, uno de ellos, el principal, contiene una pequeña fuente con una pequeña estatua de un fauno danzante que ha dado el nombre a la casa.
(El original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles).
Se supone que a principios del siglo I a.c. fue la morada de P. Sila, sobrino del dictador Sila, quien tuvo la misión de organizar la colonia romana y de conciliar los intereses de los colonos con los de los antiguos habitantes.
En el pavimento de una de las principales salas de recepción se encontró el mosaico antiguo más complejo que se ha descubierto, el llamado Mosaico de Alejandro, que representa la batalla de Issos, entre Alejandro Magno y Darío III Codomano. Está compuesto por entre 1 500 000 y 5 000 000 de teselas.
El Fauno. |
Villa de los Misterios:
La villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad.
Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica.
Fue construida en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y ampliada.
Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.
Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos.
En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin mucho éxito.
Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece una bebida a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras.
También se representan las bodas de Dioniso y Ariadna.
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