miércoles, 27 de mayo de 2015

16. UN TESTIMONIO ÚNICO:


La ciudad ofrece un cuadro de la vida romana durante el siglo I. 

El momento inmortalizado por la erupción evidencia literalmente hasta el mínimo detalle de la vida cotidiana.
 Por ejemplo, en el suelo de una de las casas (la de Sirico), una famosa inscripción Salve, lucrum ("Bienvenido, dinero"), quizás con intención humorística, nos muestra una sociedad comercial perteneciente a dos socios, Sirico y Numiano (aunque este último bien podría ser un apodo, ya que nummus significa moneda). 
En otras casas abundan los detalles sobre diversos oficios, como los trabajadores de la lavandería (fullones). 
Así mismo, las pintadas grabadas en las paredes son muestras del latín coloquial empleado en la calle. Sin embargo, no hay que pensar que la ciudad que se excava en la actualidad quedó congelada en el momento de la erupción. 

La población de Pompeya se calcula entre las 10.500 a las 15.000 personas, mientras que solo se han encontrado unos 2.000 cadáveres. Además, muchos de los edificios están extrañamente vacíos, lo que hace pensar que gran parte de la población habría huido ya durante los terremotos que precedieron a la erupción (recordando, quizás, el gran terremoto del año 62) y se habrían llevado con ellos una parte de sus objetos de valor.

 Se explican así, además, algunos de los tesoros que se han hallado en la ciudad, ya que los ciudadanos que huyeron los escondieron para recuperarlos cuando los problemas pasaran. 
Por último, existen varias pruebas de que la ciudad fue saqueada (ya por sus antiguos habitantes o por otras personas) durante los meses e incluso años siguientes, a fin de recuperar sus pertenencias o llevarse los materiales valiosos, para lo cual excavaron túneles entre las cenizas endurecidas.

En el año de la erupción se calcula que la población de Pompeya era de unas 15.000 personas. 
La ciudad estaba situada en una zona donde abundaban las villas vacacionales, y contaba con numerosos servicios: el macellum (gran mercado de alimentos), el pistrinum (molino), los thermopolia (una especie de taberna que servía bebidas frías y calientes), las cauponae (pequeños restaurantes) y un anfiteatro. 
La Campania era una fértil región agrícola desde antiguo. 
En el pequeño pero activo puerto de la ciudad los excedentes agrícolas eran cargados y enviados a Roma y otras grandes ciudades. Sus vinos eran especialmente apreciados.

En 2002 un importante descubrimiento en la desembocadura del río Sarno reveló que en el puerto también había viviendas, muchas de ellas palafitos con un sistema de canales que sugieren una cierta similitud con Venecia.


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